Ocupación hotelera en los 70 destinos turísticos de DataTur registra 60.9% en el primer cuatrimestre; cerca de alcanzar el nivel previo a la pandemia.
La actividad hotelera a nivel nacional, cuya recuperación posterior a la crisis por la pandemia de coronavirus ha sido importante, está cerca de alcanzar los niveles de 2019. Con base en el monitoreo hotelero del sistema Datatur, durante los primeros cuatro meses del año se disponía diariamiente de un promedio de 425.1 mil cuartos de hotel en 70 centros turísticos del país, de los cuales en promedio se ocuparon 259 mil, resultando en una ocupación de 60.9% en el periodo.
Este nivel representa un incremento de 7.7 puntos porcentuales respecto a la ocupación reportada en el primer cuatrimestre del año pasado, aunque es aún inferior en -0.9 puntos porcentuales comparado con el mismo periodo de 2019, que fue el último año previo al impacto de la pandemia de coronavirus. Si bien esta crisis afectó al sector turístico severamente desde 2020, hay que reconocer que desde 2018 la actividad hotelera venía enfrentando sus propios retos, en primer lugar por la competencia con otras formas de alojamiento a través de plataformas digitales. La ocupación en lo que va de 2023 se compara con el nivel observado en 2015 para el mismo periodo.
Cabe precisar que la actividad hotelera es un componente fundamental en el desarrollo del sector turístico en México. Si bien existen formas de alojamiento alternas, cuya penetración en los viajeros y destinos crece año con año, el alojamiento tradicional sigue siendo relevante. Así lo confirma la Cuenta Satélite de Turismo, cuyos datos revelan que en 2021 (último año con cifras disponibles), el alojamiento para visitantes en establecimientos tradicionales contribuyó con el 8.1% del PIB turístico (en años prepandemia su participación alcanzó hasta el 9.6%); asimismo, el 6.9% de los puestos de trabajo remunerados en el sector turístico se desempeñan en estos establecimientos.
La recuperación de la ocupación hotelera promedio mensual de los 70 centros turísticos del monitoreo de DataTur tuvo una evolución más favorable y sólida a partir de la segunda mitad de 2022, reportando incluso incrementos respecto a niveles prepandémicos durante los últimos cuatro meses del año. En lo que va de 2023 no se mantuvieron dichos crecimientos, pero las ligeras disminuciones en los niveles de ocupación hotelera pueden explicarse por una mayor oferta de cuartos.
En abril de este año, por ejemplo, cuando la ocupación alcanzó 62.1% (2.2 puntos porcentuales arriba del mismo mes de 2022 y 0.9 puntos menos que en abril de 2019), se tenían disponibles en promedio 426.5 mil cuartos de hotel diariamente, que son cerca de 10 mil cuartos más que en 2022, así como 17 mil más que en abril de 2019; en tanto que los cuartos ocupados promedio aumentaron en 15 mil respecto a 2022 y en 7 mil comparado con abril de 2019.
Si bien la pandemia de coronavirus supuso un duro golpe al turismo en el país, del cual el sector ha venido mostrando muestras sólidas de recuperación tres años después, el reto actual es la recuperación dispareja entre los destinos turísticos de playa y las ciudades con vocación turística. Las modificaciones en las preferencias del mercado beneficiaron a los primeros, sobre todo en los periodos en que comenzó a reanudarse la actividad turística, dejando a las ciudades con una recuperación más lenta.
La ocupación hotelera en los destinos de playa ha mostrado una recuperación más acelerada que en las ciudades, mostrando incrementos desde agosto de 2022 en comparación con los niveles de 2019; en abril de este año (cuando alcanzaron una ocupación de 70.3%), registraron un aumento de 0.2 puntos porcentuales. En contraste, la ocupación hotelera en ciudades (ubicada en 54.8% en abril), se contrajo -1.8% respecto a abril de 2019.
Por otro lado, comparado con 2022 el resultado es menos optimista para los destinos de playa, pues en abril la ocupación promedio tuvo una reducción de -0.9 puntos porcentuales, poniendo fin a dos años consecutivos de crecimiento; mientras que las ciudades registraron un crecimiento de 4.6 puntos porcentuales. En ambos grupos hay una importante desaceleración en los niveles de ocupación hotelera en lo que va del año respecto al año anterior.
Si se revisan los resultados individuales de la actividad hotelera en los principales destinos de playa, se observa una sólida recuperación respecto a niveles prepandémicos, pero con un menor impulso con respecto al año pasado. Considerando el número de cuartos disponibles en promedio diariamente durante los primeros cuatro meses del año en curso, la Riviera Maya es el destino más importante, pero con el resultado menos favorable; pues registra una ocupación de 79.8% en sus 47 mil 304 cuartos disponibles en el periodo, que representa un incremento de 7.2 puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2022, aunque una disminución de -3.2 puntos comparado con el periodo enero-abril de 2019.
En el mes de abril la ocupación hotelera en ese destino del Caribe mexicano se contrajo, tanto respecto a 2019 (-9.9 puntos), como comparado con la ocupación de abril de 2022 (-5.9 puntos porcentuales). Cabe señalar que, aunque aumentó el número de cuartos disponibles en 3.7% entre el primer cuatrimestre de 2019 y el mismo de 2023, los cuartos ocupados se redujeron en -0.3%.
Destinos como Cancún (79.6%), Los Cabos (78.7%), Puerto Vallarta (82%) o Mazatlán (62.8%), alcanzaron niveles de ocupación acumulada superiores a los de 2019 y 2022 en el periodo enero-abril, aunque en el mes de abril sufrieron contracciones en su comparación anual, que para Cancún y Mazatlán ya es la segunda disminución consecutiva. En contraste, los 10 mil 872 cuartos promedio en Nuevo Nayarit superaron la ocupación de 2022 tanto en abril, como en el periodo acumulado; pero esta fue inferior comparado con periodos prepandémicos. Por otro lado, los hoteles de Acapulco (54.3%), Veracruz (47.2%) y Manzanillo (55.5%), reportan niveles de ocupación más modestos, pero mantienen una buena racha de incrementos.
La situación de la actividad hotelera en las principales ciudades del país es menos favorable que la experimentada por los destinos de playa. Si bien en el periodo acumulado hasta abril de este año la ocupación hotelera es superior a la del año pasado, no alcanzan los niveles prepandémicos. Incluso considerando solo el mes de abril hay resultados mixtos.
La ciudad con mayor oferta de cuartos de hotel a nivel nacional es la Ciudad de México, con 53 mil 426 en promedio disponibles diariamente durante el primer cuatrimestre del año. La capital del país registró una ocupación hotelera de 56% en el periodo, que es superior en 10.1 puntos porcentuales a la del mismo periodo de 2022, aunque inferior en -7.3 puntos porcentuales si se compara con el periodo enero-abril de 2019.
Las ciudades de Guadalajara (53.2%), Oaxaca (52.9%), y Villahermosa (52%), son algunos ejemplos de ciudades que han logrado superar o alcanzar niveles de ocupación respecto al año anterior, pero también respecto al periodo prepandémico. La ocupación hotelera acumulada en Puebla (52.7%), por otro lado, aún está por debajo de 2019, pero destaca que en el mes de abril logró superar el nivel prepandémico en 0.5 puntos porcentuales, después de tres años a la baja.
La evolución más desfavorable se observa en ciudades como Monterrey (57.8%), Querétaro (56.3%), o Aguascalientes (46.6%), que son de los contados destinos cuya ocupación hotelera se redujo en el último mes en comparación con abril de 2022, adicional a que no alcanzan niveles prepandémicos. En tanto que la ocupación hotelera en Tijuana, que desde finales de 2021 superó el nivel prepandémico, registró en abril una contracción de -6.5 puntos porcentuales respecto a la ocupación del mismo mes del año pasado.
La mayor demanda de alojamiento en hoteles de los destinos mexicanos proviene del turismo doméstico, pues se trata de un mercado considerablemente mayor al extranjero. La ocupación hotelera por el mercado mexicano registró el 33.7% en los 70 centros turísticos del monitoreo de DataTur durante los primeros cuatro meses del año (4 puntos porcentuales más que en el mismo periodo de 2022, pero 0.9 puntos menos que en el mismo de 2019); mientras que la ocupación hotelera por parte del turismo extranjero alcanzó 27.2% (3.7 puntos porcentuales adicionales a la ocupación de 2022 y solo 0.1 puntos inferior a la ocupación de 2019).
La proporción de ocupación por origen del mercado es muy diferente si se compara la actividad en los destinos de playa y en las ciudades. Mientras que en los destinos de playa, que en el periodo enero-abril de 2023 registraron 71.4% de ocupación, el 47.1% de los cuartos disponibles fueron ocupados por el mercado extranjero; en las ciudades (cuya ocupación total fue de 51.7%), los turistas internacionales ocuparon únicamente el 9.7% de los cuartos disponibles. Es decir que en destinos de playa el turismo nacional ocupó en el periodo la mitad de los cuartos que ocupa el turismo extranjero; en tanto que por cada cuarto que ocupó el turismo extranjero en las ciudades, el mercado doméstico ocupó otros cuatro.
La completa recuperación de la ocupación hotelera puede estar en riesgo, principalmente en los destinos de playa, si se continúa desacelerando la llegada de turistas internacionales y no se incrementa la afluencia de turistas nacionales. Los próximos meses serán determinantes para que la actividad hotelera recupere su nivel de ocupación previo a la crisis.
No Comment