Por estacionalidad, septiembre es el mes de menor actividad turística durante el año, y así lo confirman los resultados de las Encuestas de Viajeros Internacionales recientemente publicados por el Inegi. Desafortunadamente, lo que también confirman las cifras es el debilitamiento del turismo internacional, ya que la llegada de turistas por vía aérea de septiembre y, por consiguiente, los ingresos captados por concepto de visitantes internacionales, disminuyeron al compararse con el desempeño del mismo mes de 2022.

El volumen total de llegadas por vía aérea y terrestre al país durante el noveno mes del año registró un crecimiento anual de 6.1%, alcanzando los 2.9 millones de turistas internacionales; es decir 168.1 mil turistas adicionales a las llegadas de septiembre del año anterior. Si bien es un crecimiento ligeramente mayor al reportado en agosto, este aumento es impulsado principalmente por el turismo fronterizo, cuyo impacto económico es limitado.

De los 2.9 millones de turistas que ingresaron al país en septiembre, 1.4 millones fueron turistas fronterizos; es decir el 47.2%. Desde el segundo trimestre de este año el turismo fronterizo ha ido recuperando su participación en el volumen total de turistas hacia México y, de hecho, es la primera vez en los últimos veinticuatro meses, que el turismo fronterizo es la categoría preponderante de turistas.

Por consiguiente, el turismo que llega por vía aérea, que sumó 1.3 millones de personas en el último mes y que ha dado signos de desaceleración en el presente año, ha reducido su participación mes con mes, hasta el 44.1% de la llegada total de turistas. Por otro lado, el turismo de internación que llega por vía terrestre representó el 8.7% de la llegada de turistas internacionales a México en septiembre ( 256.4 mil turistas).

Como se mencionaba previamente, el crecimiento de 6.1% a tasa anual en la llegada de turistas durante septiembre no es tan favorable como pareciera ser, ya que es el turismo fronterizo, que registró un incremento de 21.5%, el causante de este crecimiento. En contraste,  el turismo que llega por vía aérea reportó por segundo mes consecutivo una contracción, esta vez de -4.9% (más severa que la anterior). Este hecho es preocupante, debido a que se trata de la categoría de visitantes internacionales que produce el mayor impacto económico en los destinos de México.

Septiembre de 2023 no solo es el mes en el que menos turistas llegaron, sino también en el que menos gastaron. En promedio, cada turista internacional gastó 538 dólares en México, que es la cifra más baja desde abril de 2021, además de registrar una reducción de -10.2% a tasa anual, la más profunda en los seis meses consecutivos que esta variable lleva a la baja.

Asimismo, el gasto medio por turista vía aérea durante su estancia en el país ha descendido mes con mes desde que comenzó este año, y para septiembre se ubicó en el nivel más bajo desde octubre del año pasado, con 1,051.4 dólares. En su comparación anual, el gasto medio por turista que llega vía aérea registró en septiembre la tercera disminución consecutiva, de -0.6% respecto a septiembre de 2022.

El debilitamiento de la llegada de turistas por vía aérea al país, sumado a un gasto medio que se ha venido reduciendo, está impactando en la derrama económica que genera el turismo receptivo. Es así como la captación de ingresos únicamente por el turismo que entró vía aérea se redujo en -5.5% a tasa anual en septiembre. Habría que mencionar que el 79% del ingreso total de divisas por visitantes internacionales lo aportan estos turistas; por consiguiente, la captación total de ingresos, que llegó a septiembre de este año a los 1,726 millones de dólares, registró la tercera disminución consecutiva anual, de -3.4% (equivalente a 60.6 millones de dólares menos).

Las cifras acumuladas para las tres cuartas partes del año en curso aún reportan incrementos a tasa de doble dígito, tanto en ingreso de divisas como en llegada de turistas (11.8% y 12.1% respectivamente en su comparación anual) debido a los muy buenos resultados registtrados en enero y febrero; no obstante, el desempeño de los últimos meses confirma que el sector en México está en una fase de franca desaceleración.