El PIB turístico, medido por el Indicador Trimestral de la Actividad Turística que elabora el INEGI, registró un crecimiento de 2.4% en el primer trimestre respecto al trimestre inmediato anterior. En su comparación anual, respecto al primer trimestre de 2023 el crecimiento fue de 7.2%. Estos resultados fueron significativamente mayores que los registrados en el cuarto trimestre de 2023 cuando el incremento trimestral fue de 0.2% y el anual de 5.4 por ciento.

El resultado del primer trimestre es muy relevante ya que el crecimiento a tasa anual de 7.2% es el más alto de los últimos siete trimestres, en tanto que el incremento trimestral de 2.4% es el segundo más elevado de los últimos diez trimestres.

Con estos incrementos, el nivel del PIB turístico del primer trimestre de este año supera en 8.7% al nivel del primer trimestre de 2020, previo a la declaración de emergencia debido a la pandemia de Covid-19.

Cabe destacar, sin embargo, que el resultado del primer trimestre puede deberse a factores coyunturales que impulsaron el turismo doméstico principalmente, tales como la Semana Santa que este año “cayó” a finales de marzo, así como el impacto del huracán Otis que afectó los resultados del cuarto trimestre del 2023, disminuyendo la base de comparación.

Se puede observar en gráfica 3 el repunte en el consumo turístico interior, que se incrementó 2.7% en el primer trimestre respecto al trimestre previo, revirtiendo la caída de cuatro trimestres consecutivos. También se observa un repunte en el crecimiento a tasa anual del consumo turístico durante el primer trimestre, con 2% de variación.

El consumo turístico intermo, esto es el gasto que realizan los residentes mexicanos en el país en bienes y servicios turísticos, se incrementó a una tasa trimestral de 2.1%, despues de haber estado prácticamente estancado en el último trimestre de 2023, cuando se registró un incremento a tasa trimestral de 0.1% y a tasa anual de -0.3%, reflejando, entre otros factores, el impacto del huracán Otis en Acapulco.

Tal como se señaló anteriormente, los avances en la recuperación de Acapulco y la Semana Santa durante el primer trimestre contribuyeron a mejorar la actividad turística e impulsaron el crecimiento observado. 

El consumo turístico que realizan los turistas internacionales, aun cuando mostró señales de desaceleración, se mantuvo relativamente firme con un crecimiento trimestral de 4.9%. A tasa anual la caída se redujo de -11.1% en el cuarto trimestre a -7.4% en el primer trimestre de este año.

La gráfica muestra que tanto el consumo turístico interno como el receptivo se encuentran muy cercanos de recuperar el nivel que tenían en el primer trimestre de 2020, previo a la declaración de emergencia por la pandemia, con un mayor avance en el componente interno del consumo turístico.

A pesar de los resultados positivos del primer trimestre, existe aún incertidumbre sobre el desempeño del turismo para los siguientes meses del año. No hay certeza de que se mantendrá este buen resultado en los siguientes trimestres. Antes bien, hay señales que apuntan a un posible debilitamiento en los siguientes meses.

La información disponible para el segundo trimestre muestra que el indicador de actividad de los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, ramas ecónómicas muy vinculadas al turismo, registra caídas anuales para los meses de abril y mayo de -1.2% y -1.9%, respectivamente

Asimismo, la llegada de visitantes internacionales por vía aérea se desaceleró con fuerza en el segundo trimestre, ya que de crecer en 7.4% a tasa anual en el primer trimestre, pasó a un crecimiento de solo 1.9% en el segundo trimestre.

Los factores antes señalados arrojan dudas sobre la fortaleza del PIB en los siguientes trimestres.